Centro de Interpretación

En una tierra tan caracterizada por el cultivo de la vid y la elaboración del vino, no podían faltar cautivadores museos dedicados a contar y preservar su historia. Entre ellos, descubrimos un icono museístico con el que descubrir la cultura del vino que rebosa La Mancha: el Centro de Interpretación del Vino. Embebido en la sede del CRDO La Mancha, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), posee magníficas propuestas para para disfrutar de una experiencia enológica apasionante que completa los talleres y catas comentadas que ofertan.

En su interior, destaca una asombrosa exposición de botellas pertenecientes a la D.O. La Mancha, cuyas etiquetas abarcan desde su creación, hasta la actualidad. Más de 1.000 botellas de las décadas de los 70, 80 y 90 enriquecen la oferta del museo; a las que, recientemente, se han añadido más de 500 referencias actuales. Cada una de ellas, cada añada, variedad y forma de elaboración, cuenta su propia historia. También en ellas, se vislumbra el viaje y evolución de la D.O. La Mancha desde su nacimiento.

Más allá de las botellas, la oferta cultural del Centro de Interpretación del Vino sigue su recorrido en el patio típico manchego que posee. Un espacio que cuenta con una pequeña exposición de prensas antiguas, fotografías, tinajas de barro, destrozadoras, bombas manuales y otros utensilios que empleaban hace siglos en la elaboración de los vinos. Además, una cocina típica de la zona que le aporta el toque más manchego; igualmente, decorada de forma tradicional con instrumentos de labranza.

Cabe destacar que, para conocer el mundo del vino, es necesario saber de dónde viene. Cada botella de vino de La Mancha lleva a sus espaldas un arduo trabajo, que manifiesta una absoluta trazabilidad. Por ello, atesora una colección de maquetas que recrean cada uno de los trabajos que se realizan, desde el laboreo en la vid, hasta su elaboración en las propias bodegas. Finalmente, el Centro de Interpretación acerca al visitante a experimentar con los cincos sentidos, a través de su espacio sensorial. En él recrean los matices indispensables en las catas.

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